La nueva adicción que devoré en tiempo récord fue esta estupenda serie animada que no le pide nada a Family Guy o a American Dad y vino a refrescar el tema de los viajes en el tiempo de una forma tan divertida como efectiva. Si bien en algunos episodios se nota cierta repetición de chistes la historia de cada capítulo sobresale por lo ingenioso de sus tramas.
Claramente inspirada en Back To The Future, la serie hace uso de la sátira, el sarcasmo y el humor negro para contar la historia de las consecuencias de los viajes en el tiempo en donde todo tiene que ser arreglado para no causar una paradoja, “una de esas cosas que puede hacer que estalle el universo” como dice Marty.
Es cierto que no descubre el hilo negro pero Rick and Morty se abre paso por sí sola porque no hay límites en sus escritores al momento de jugar con lo que, literal, se les venga en gana y los resultados son casi siempre satisfactorios.